Ya podemos convertir la noche en día

Conseguir la mayor luminosidad en nuestras tomas nocturnas siempre ha sido un hándicap difícil de superar, pero los avances tecnológicos están consiguiendo superar estas barreras con mejores resultados.

Visión nocturna

Siempre nos encontramos con imágenes con mucho ruido, ese grano que aparece al forzar una imagen con poca luminosidad al realizar tomas nocturnas. Este tipo de inconveniente en el ámbito profesional se ha conseguido paliar mediante el uso de la visión nocturna. Pero siempre con el problema que ofrecía una imagen monocromática y no apta para la fotografía de calidad.

Cámaras termográficas

Las cámaras de visión térmica también han supuesto una ayuda para poder conocer lo que oculta la oscuridad. Pero siempre han estado más enfocadas al uso de control o supervisión, ya que ofrecen información extra basándose en el calor que traduce en una gama de colores. Y gracias a ello les es posible detectar objetos que desprendan calor incluso con barreras que una cámara de visión nocturna no podría traspasar.

El color vuelve a la noche

Conseguir grabaciones por la noche siempre ha supuesto un reto para todo tipo de cámara. En el ámbito de los smartphones ya se está llegando a cotas muy altas debido a las aperturas focales y grandes ISO que se están alcanzando pero en la oscuridad más absoluta aún no existen milagros y la nueva tecnología, aunque no está implementada aún en móviles, abre una nueva vía de investigación para conseguir que algún día lleguen a estos.

Esta nueva tecnología la podemos apreciar en la nueva cámara de visión nocturna de la compañía SPI con su modelo X27 que gracias al uso de un sensor de 10 megapíxeles que detecta imágenes en HD a 60Hz con un ruido mínimo, es capaz de ofrecer color en sus tomas debido a sus 5 millones de sensibilidad ISO que posee. Lo que transforma la imagen en lo más cercano a una toma con luz diurna, dando unos colores bastante reales.

El día que esta tecnología llegue a los smartphones ya no habrán excusas para esos vídeos o selfies oscuros de los cuales siempre nos quejamos.